Varias áreas en las organizaciones empresariales han visto como los últimos años de profunda crisis económica han coincidido con una creciente utilización de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC); en muchos casos la necesidad de mejorar la eficiencia (disminuir costes) ha sido el gran motivo para este impulso pero también en varias ocasiones el desarrollo de las TIC ha creado nuevas oportunidades estratégicas de diferenciación a través de modelos de negocio disruptivos que responden a necesidades reales.

Concretamente y en el sector financiero, está popularizando el término FINTECH que aglutina las nuevas iniciativas intensivas en tecnología que tienen como objetivo contribuir tanto a la mejora interna en la gestión financiera de las empresas como ofrecer nuevas posibilidades de financiación que constituyan una verdadera alternativa a la oferta tradicional de la Banca Comercial.

Por supuesto, la relación entre la gestión de los departamentos financieros y las sucesivas innovaciones en la tecnología no es una novedad, en las últimas dos décadas vemos cómo las tecnologías han aumentado exponencialmente su presencia partiendo de herramientas que inicialmente optimizaban diversos procesos como podían ser la gestión de cobro de recibos de clientes, las conciliaciones bancarias o la elaboración de escenarios predictivos los estados financieros mediante hojas de cálculo, para pasar posteriormente la irrupción y el uso mayoritario de sistemas integrados de planificación de recursos (ERP / Enterprise Resource Planning) y de herramientas de Business Intelligence que suponen un salto cualitativo en la gestión de la información y la mejora de la eficacia para el Director Financiero (CFO). la digitalización del CFO actual es ya detectada por diversos estudios como factor clave de éxito en la gestión que tiene como reto continuo agilizar y mejorar la productividad, externalizar las tareas de menor valor añadido y conseguir que los Departamentos financieros disminuyan radicalmente las diferencias entre la gestión interna que tienen las grandes compañías y las de tamaño medio y pequeño.

Desde el año 2007 los departamentos financieros han vivido la su propia revolución inicialmente marcada por la crisis económica,
impactando en las cuentas de resultados de las compañías y la capacidad de generación de cash flow. En demasiados casos se partía de un nivel de endeudamiento elevado que coincidía en el tiempo con una importante restricción en el crédito; una vez asumida la nueva situación las alternativas que ofrecen las FINTECH focalizadas en productos de financiación han posicionado como un elemento relevante a considerar para contribuir a mejorar la situación.

La financiación no bancaria (donde incluiríamos las FINTECH de financiación alternativa) ha visto incrementado su volumen a nivel mundial creciente de forma totalmente exponencial en países como Holanda y sobre todo Reino Unido donde se está viviendo una auténtica explosión de nuevos productos de financiación alternativa; en España los crecimientos son también espectaculares pero debemos considerar que partimos de una cuota de mercado inicial muy inferior.

Asimismo, durante este mismo período las entidades financieras tradicionales por su parte han vivido su propia y necesaria reestructuración teniendo entre otras consecuencias la restricción y el encarecimiento en el crédito que han dificultado
aún más la gestión financiera para las empresas. Aunque la banca tradicional en España avanza en su estrategia de digitalización no debemos confundir con la actividad de las FINTECH ya que los primeros tienen como principal objetivo adaptar su red de distribución (las tradicionales sucursales bancarias) un modelo más eficiente a nivel de costes y que se adapte a los nuevos
hábitos del consumidor. Aunque inicialmente se puedan percibir las iniciativas disruptivas en el sector financiero como una competencia directa a la gran banca, creemos que ambos modelos pueden perfectamente convivir dando respuesta a necesidades diferentes del mercado apareciendo posibilidades de sinergias y colaboración entre las dos iniciativas.

La irrupción en el mercado alternativas a la banca que ofrecen en muchos casos menores costes y mayor flexibilidad se adapta a las necesidades de la pequeña y mediana empresa pero al mismo tiempo plantea una serie de retos que necesitamos afrontar a corto plazo.

La Administración debería avanzar más en la regulación normativa que permita aumentar las garantías y la seguridad de este nuevo mercado; de forma paralela debería impulsar este canal de financiación alternativa que puede permitir cubrir necesidades para las pequeñas y medianas empresas consolidando una posición financiera que permita su estabilización
y crecimiento para repercutir finalmente en mayor creación de empleo.

Al mismo tiempo se debe fomentar la formación de los responsables financieros para mejorar el conocimiento de las alternativas a la banca tradicional impulsando la máxima transparencia en el sector FINTECH que potencie varios canales de información y análisis generando credibilidad y confianza.

La nueva relevancia que toman las competencias en TIC para el Director Financiero así como su creciente papel estratégico en las compañías configura un perfil profesional con nuevas competencias que debe evolucionar mediante la formación académica pero también a partir de la flexibilidad y capacidad de adaptación que debe desarrollar cualquier buen profesional.
Bienvenida la nueva evolución de las TIC en la gestión financiera, bienvenida a la digitalización de la banca y bienvenidas las FINTECH, que permitirán a los responsables financieros de las empresas vivir momentos de cambios y de oportunidades
que sigan haciendo apasionante esta profesión.

Artículo escrito por José Luis Ortuño, Professor de Estudios de Economía y Empresa de la UOC, y publicado en la publicación del Col.legi d’Economistes de Catalunya, número de Marzo 2016.